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6 de Abril de 2023

LA PRIMERA INSTITUCIÓN DE SALUD EN CHILE CERTIFICADA CENTRO ESENCIAL DE ACV

El Comité Científico Internacional de Certificación de los Centros de ACV de América Latina de la World Stroke Organization (WSO) y la Sociedad Iberoamericana de Enfermedad Cerebrovascular (SIECV), han otorgado esta certificación al Hospital Padre Hurtado como el Primer Centro Esencial en Accidente Cerebrovascular del país.

Luego de revisar los requisitos, analizar documentos suministrados y el informe realizado por los pares evaluadores liderados por la presidenta de la WSO, Dra. Sheila Martins, que visitaron el establecimiento en noviembre de 2022, determinaron que el hospital cuenta con competencias técnicas, de infraestructura, dotación idónea y, otorga a los usuarios el tratamiento y los  cuidado en los estándares de calidad para una optima atención en el manejo de pacientes con Accidente Cerebrovascular

La certificación implica cumplir con una serie de parámetros que se deben acreditar, dependiendo del tipo de centro: avanzado o esencial. Estos están definidos según determinados servicios de diagnóstico como neurocirugía para ictus isquémico, intervenciones como Trombectomía intravascular, Hemicraniectomía para ictus isquémico y productos para tratar coagulopatía, son algunos parámetros que aplican en el caso de los centros avanzados y que marcan la diferencia de ambas categorías. Por lo tanto, de acuerdo a esas variables, el Hospital Padre Hurtado es un Centro Esencial, y el Hospital Sótero del Río, Centro Avanzado. Con ambos hospitales certificados en sus categorías específicas, la red que integran en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente se fortalece al tiempo que garantiza a los vecinos de las comunas de La Pintana, San Ramón, La Granja, Puente Alto, Pirque y La Florida, una atención de calidad acreditada en caso de enfrentar un Accidente Cerebrovascular, lo que, por cierto, acorta las brechas existentes con la salud privada, al ofrecer las condiciones similares a pacientes de comunas vulnerables.

El resultado de este proceso de más de 15 años supuso el desarrollo de infraestructura, la creación y consolidación de un equipo integral, alcanzando estándares de la mejor evidencia clínica mediante protocolos, además de ciertos requisitos obligatorios de infraestructura de la Unidad de Urgencia, de servicios básicos, diagnóstico y rehabilitación. Contar con acceso de atención aguda, acceso a servicios de ambulancia; equipos de enfermería y TENS con entrenamiento en ACV; acceso a atención hospitalizada en UTACs (unidades especializadas en el tratamiento de ACV agudo), y un sistema organizado que permite integrarse con la red de hospitalización domiciliaria y atención ambulatoria.

“Hoy, el hospital cuenta con trombólisis endovenosa y trabaja en red para la derivación de trombectomía mecánica con el Hospital Sótero del Río. El manejo de ACV en el hospital implica un trabajo coordinado desde el prehospitalario, el servicio de urgencia, de medicina, cuidados de enfermería, nutrición, servicio social y rehabilitación en las distintas etapas del proceso intrahospitalario y ambulatorio”, explica el Dr. Víctor Hugo Navia, jefe de la Unidad de Neurología y quien ha sido parte de todo este proceso que se inició en 2005.

Una fotografía del inicio, parte de las primeras integrantes del equipo que hoy lleva casi 15 años.

Ese comienzo lo recuerda bien, el primer jefe de  Neurología del Hospital Padre Hurtado, Dr. Jorge Lasso. “Antes del año 2000 la única evidencia que se tenía en el manejo de los ACV era en salas especializadas, muy similares a las de unidades coronarias, pero ya se establecía que era necesario por ejemplo, un fonoaudiólogo para evitar neumonías por aspiración a los pacientes”, relata el Dr. Lasso. En ese contexto, él realizó una investigación con alumnos de quinto año para analizar las tasas de infecciones intrahospitalarias que eran de un 28%, con un tiempo de hospitalización de 18 días. “Si no se hacía algo, íbamos a tener un problema en aumento por 20 o 30 años. Entonces, el Dr. Hugo Sánchez que era  jefe de la Unidad de Gestión de Adulto, aceptó el proyecto para generar 4 camas especiales. Ahí comenzamos a realizar estadísticas: registramos una baja en el tiempo de hospitalización de 5 a 6 días cuando los pacientes no se infectaban. Con ese registro pudimos contratar un Fonoaudiólogo para el manejo integral de ACV y se solicitó Kinesiólogo para manejo hospitalario dedicado. Así fuimos bajando las tasas de infección y los pacientes tenían una mejor recuperación sin tener, todavía, ninguna Unidad Crítica.  Por lo tanto, en esa época lo que hicimos fue solo un cambio de conducta, no había ningún procedimiento invasivo. Era absolutamente protocolar y con un equipo bien comprometido. Cambiamos la conducta y obtuvimos un modelo exitoso, pasamos de 4 camas a 9 camas y nos dieron una sala aguda que duró hasta que el hospital abrió el servicio de urgencia”, recuerda el Dr. Lasso.

De esos inicios también habla el actual Jefe de Neurología, Dr. Navia, y añade que para alcanzar dicho modelo “fue necesario contar con el respaldo y apoyo de las jefaturas de la distintas unidades dependientes de gestión clínica del adulto, aumentar la dotación, abriendo turnos en el servicio de urgencia, lo que se realizó cuando el Dr. Juan Almeida estaba a cargo de la Unidad”. Aunque recuerda y reconoce también que todo esto “comenzó con el Dr. Jorge Lasso quien fue el primer jefe de la Unidad en proyectar la conformación  de un equipo transdisciplinario en trabajo conjunto con el servicio de medicina”.

En esta imagen del día 9 de noviembre de 2022, cuando se realizó la visita de la Comisión Evaluadora de la WSO, mientras visitaban las distintas unidades, llegó un paciente con ACV a la Urgencia Adulto. Ahí tuvieron unos breves minutos para observar el manejo del equipo en tiempo real.

El especialista, jefe de Neurología, Dr. Navia se refiere a los años que este proceso conllevo para el equipo y también para el hospital, “el autodiagnóstico nos permitió identificar fortalezas y ver oportunidades. Trabajar en el Padre Hurtado enseña a considerar la realidad local y valorar esa identidad. Este hospital está inmerso en una realidad vulnerable, donde muchos pacientes tienen problemas en la adherencia a los fármacos. Hay determinantes y condicionantes de la salud que hacen que nuestros pacientes tengan incluso, más carga de enfermedad que otras comunas: hay más hipertensión, más diabetes, altos índices de obesidad y en varios casos, con más de una patología asociada (polipatología). Este hecho nos exige estar preparados frente a requerimientos sociales con pacientes que quedan con dependencia de un equipo de apoyo y de salud. El proceso para el paciente no termina en el hospital, más bien se inicia, ya que sigue en su casa y se extiende para toda la vida. Y el hospital es parte también de ese proceso y no puede desentenderse de aquello”.

“En este proceso de certificación, se establecieron alianzas y oportunidades. La Iniciativa Angels ha sido un factor importante en la formación de enfermeras, por ejemplo, que han hecho el diplomado en AHA, Enfermería Práctica Avanzada y varias son expertas en el manejo de ACV. Tienen un rol fundamental para dar continuidad al proceso e ir formando a nuevos profesionales. Además, al permitir la docencia, ha sido una gran ayuda para que el equipo se siga consolidando”, explica el Dr. Navia.

Esta certificación adquiere entonces una relevancia social, más allá de la satisfacción institucional, teniendo en cuenta que, en Chile, el año 2021 esta enfermedad fue la segunda causa de mortalidad, después de las enfermedades isquémicas del corazón, sin considerar la pandemia por SARS-CoV-2. Se registraron 7.501 defunciones por ACV ese mismo año, lo que equivale a 1 muerte cada 72 minutos, según cifras del Ministerio de Salud.

Otra fotografía realizada durante la visita de la Comisión Evaluadora de la WSO, con la destacada participación de gran parte del equipo que ha hecho posible esta certificación.

EQUIPO EVALUADOR

Según explica el neurólogo, Dr. Pablo Lavados, máster en Salud Pública, presidente de ACEVE y presidente electo de la SIECV, este proceso de certificación evidencia varias brechas. “Hay solo dos hospitales certificados en Chile, y hay 3 más que han aplicado para certificación, siendo que son  más de 100 hospitales que atienden pacientes con ACV con nivel medio y complejo. Otra brecha es el registro de parámetros de control de calidad:  hay muchos hospitales y clínicas privadas que realizan registros y otros que no. Entonces, es imposible mejorar si solo nos quedamos reclamando la falta de recursos, porque perfectamente  puedes registrar si haces test de deglución a los pacientes antes de alimentarlos, evitando las neumonías -que tienen un costo enorme-. Por tanto, no es un tema de recurso, sino de gestión. Otro punto importante, tiene relación a los cuidados coordinados, sabemos que existe un porcentaje muy bajo de pacientes con ACV que se atiende en UTACs, que son intervenciones tremendamente costo-efectivas y costo-eficaces, cuyo acceso es bajo. Existe también una brecha respecto al acceso a Trombólisis para pacientes con ACV. Pero, donde hay más brecha es en la Trombectomía que es un procedimiento complejo, con muy pocos hospitales y clínicas en Chile que lo realizan, de Valparaíso hacia el norte no existe la posibilidad de acceder a él a través del sistema público”.

Los lineamientos y estándares con los que trabaja la World Stroke Organization (WSO) son fundamentales para evaluar la calidad y seguridad, no solo por los indicadores que se miden, sino también por los protocolos y directrices que se deben ir ejecutando respecto precisamente, a un  ACV. La enfermera Macarena Zapata es Subdirectora de Desarrollo Estratégico del Hospital del Melipilla, forma parte del directorio de ACEVE, trabaja hace 20 años en la red pública de salud y en varias instancias en las que ha participado con el MINSAL ha observado procesos en hospitales, urgencias y redes de atención. Considera que el prestigio y el plan de acción que presenta la WSO para el manejo de paciente con ACV, es completo y es el homólogo a la acreditación que se realiza a nivel a nacional. Al ser consultada por su experiencia en el tema y su evaluación del HPH, señala que “nunca había visto cómo se realiza el trabajo interno del Hospital Padre Hurtado, y fue una grata sorpresa. Todo es destacable y por eso lograron la certificación. Sin duda, lo que más me llamó la atención es el desarrollo de las tecnologías de la información que tienen para lograr estos objetivos. Es sobresaliente la capacidad que tienen de ir entregando y haciendo seguimiento del paciente en la red, eso es algo muy valioso para el usuario, pero sin duda, para la red de salud pública. El tema de los registros que llevan, la historia clínica y el manejo del proceso es absolutamente destacable. El monitoreo que realizan del paciente, por ejemplo, si faltó al control de los 10 días. Ustedes, lo llaman y buscan la causa del porque no asistió al primer control. Ese seguimiento entrega mucho valor en la atención al usuario y es superlativo en el ambiente público donde es común ver carencias en este tipo de tecnologías y recursos”.

En la imagen, Macarena Zapata, EU y miembro de ACEVE ; Sheila Martins, Presidenta de la WSO; Dr. Víctor Navia, jefe de Neurología HPH; Sara Martínez, EU de CR Adulto y Dr. Pablo Lavados, Neurólogo y presidente ACEVE.

El éxito del modelo desarrollado en el Hospital Padre Hurtado, ha servido a otros equipos para replicar la metodología. El Hospital Barros Luco por ejemplo, tomó el modelo para implementarlo en su unidad. Igualmente ha sido sobresaliente el convenio con el Hospital Sótero del Río para realizar procedimientos más complejos o invasivos (arteriografías, por ejemplo). “Hace 10 años atrás un paciente que llegaba con ACV quedaba postrado, hoy puede salir del hospital caminando con mínimas  secuelas  (sin secuelas algunos), entonces, el impacto es tremendo”, dice el Dr. Lasso.

Ser la primera institución pública en recibir esta certificación fortalece el trabajo de un equipo de personas que desde distintas disciplinas hace posible la eficacia integral del Hospital Padre Hurtado. Promueve a todos los integrantes del proceso, junto con acreditarnos como garantes de calidad en la salud de 450. 000 habitantes de las comunas de San Ramón, La Granja y La Pintana, y exponencialmente de toda la red a la que pertenecemos en el Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente. Ser el primer centro con Certificación Esencial, y trabajar en red con Hospital Sótero del Rio, el primero con certificación avanzada, nos faculta en la gestión de procesos y protocolos para una salud de calidad para nuestros usuarios.