El estándar mundial entra a los hogares de Chile: El hito que redefine la salud pública.

El 18 de diciembre de 2025 quedará grabado como el día en que la salud pública chilena rompió sus propios límites. Tras un proceso de transformación que desafió las estructuras tradicionales, la Unidad de Hospitalización Domiciliaria (UHD) del Hospital Padre Hurtado alcanzó la cima de la gestión sanitaria global al recibir la acreditación de la Joint Commission International (JCI) bajo su exigente programa Home Care. Este reconocimiento, materializado en el prestigioso Sello de Oro de Aprobación, es la garantía de equidad territorial ya que hoy, los pacientes de San Ramón, La Granja y La Pintana acceden en sus propios hogares a los mismos protocolos de seguridad y excelencia que rigen en los centros médicos más avanzados del mundo.

Este camino no fue fortuito ni repentino. Se gestó a partir de un diagnóstico riguroso en 2023 que dio paso a dos años de una reingeniería profunda. Durante 2024 y 2025, el equipo se sometió a una secuencia de visitas técnicas y seis inspecciones exhaustivas, donde los dos auditores provenientes de Estados Unidos, David Loose y Elijah Gilreath, no se limitaron a revisar documentos, sino que recorrieron los hogares de los pacientes. En el terreno, validaron que cada proceso de control de infecciones, cada esquema de seguridad en la medicación y cada registro clínico cumpliera con la norma internacional, asegurando que la complejidad médica no perdiera el rigor.

La evolución de la unidad es el reflejo de una visión institucional. Lo que en 2010 nació como un proyecto incipiente de tres profesionales con capacidad para atender a diez personas, se ha transformado quince años después en una robusta red de 91 funcionarios. Este equipo multidisciplinario de médicos especialistas, enfermeros, kinesiólogos, trabajadores sociales y químicos farmacéuticos despliega hoy más de 200 visitas diarias, llevando tecnología de vanguardia y medicina de alta complejidad a donde más se necesita.

Esta articulación fue posible gracias a una sinergia interna sin precedentes. Unidades como Farmacia e Informática impulsaron la prescripción electrónica y el telemonitoreo de pacientes críticos, mientras que la Unidad de Calidad y Seguridad del Paciente perfeccionó la vigilancia epidemiológica y la categorización de riesgo. Juntos, lograron que la digitalización y el uso de tecnologías seguras no fueran solo herramientas administrativas, sino puentes para humanizar la atención y proteger la vida de forma activa.

En las jornadas finales de evaluación, celebradas entre el 9 y el 11 de diciembre, el veredicto fue contundente. Los evaluadores internacionales destacaron un enfoque que logra equilibrar la precisión técnica con una calidez humana que conmovió a los auditores en sus visitas domiciliarias. Para el Dr. Fernando Troncoso, director del hospital, y la Dra. Patricia Navarrete Mella, directora del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, este logro es un precedente histórico que demuestra que la red pública puede competir y triunfar en los escenarios más exigentes del mundo. Por su parte, la Dra. Francisca Rojas, jefa de la UHD, reafirmó que este camino ha elevado la dignidad de la atención a un nivel superior, integrando cada aprendizaje en un Plan de Mejora Estratégica que ya es parte de la cultura de la unidad.

Con el Sello de Oro de la Joint Commission International, el Hospital Padre Hurtado demuestra que la excelencia no es un privilegio de pocos, sino un derecho que hoy toca la puerta de cada hogar en el sur oriente de Santiago, transformando para siempre el estándar de lo que la salud pública chilena es capaz de lograr.