La Unidad de Hospitalización Domiciliaria otorga atención en sus casas a los pacientes enfermos, tal como si estuvieran hospitalizados en el establecimiento, lo cual realiza con un equipo multidisciplinario, integrado por médicos, enfermero/as, kinesiólogo/as, fonoaudiólogo/as, TENS y asistente social.

Para a atención de los enfermos se cuenta con equipos como concentradores de oxígeno y nebulizadores.


Además, una flota de vehículos contratados por el hospital se encarga del traslado de los profesionales, de lunes a domingo, de 8:00 a 20:00 horas.

La doctora María Francisca Rojas, a cargo de la Unidad, explica que para acceder a este servicio, los pacientes deben estar estables y tener en sus casas las condiciones para recibir el tratamiento, el cual se otorga en la misma cantidad y calidad que en el hospital.

Esos enfermos pueden ser ingresados desde el Servicio de Urgencia, en vez de que queden hospitalizados en el hospital, o bien pueden estar de alta desde piso, con indicación de continuar tratamienti en sus casas.

De esta forma, en cualquiera de los dos casos, se libera una cama para otro enfermo que la necesite y se amplía la capacidad de hospitalización del hospital.

Este servicio comenzó el año 2011, con dos profesionales y la posibilidad de atener a diez pacientes diarios. Al año 2019 había 29 funcionarios con capacidad para 120 atenciones diarias. Durante la pandemia por COVID-19 del año 2020, el equipo se duplicó, llegando a 64 funcionarios, con capacidad para 200 atenciones al día, además de 400 llamados telefónicos diarios, entre controles e ingresos médicos.

La recuperación de los pacientes en domicilio es muy buena, resultado que es altamente gratificante para quienes forman la Unidad. A la vez es reconfortante porque establecen un vínculo muy cercano con los pacientes y sus familias.

También en pandemia, Hospitalización Domiciliaria ha asumido cuidados de fin de vida, para las pacientes cuyo pronóstico es fallecer en corto plazo. Junto a la familia se diseñan las acciones para evitarles dolor y proporcionarles cónfor.

También durante la pandemia se ha realizado una labor educativa a cargo de la trabajadora social. Si la familia está contagiada se aborda la situación de la cuarentena, pero cuando solamente el enfermo tiene COVID, se enseñan a la familia los cuidados para evitar el contagio del resto del grupo familiar y se trata de imitar el funcionamiento de una residencia sanitaria. Pero si las condiciones de la casa no lo permiten, se postula al enfermo a una residencia sanitaria.

Está demostrado que los enfermos hospitalizados en sus casas tienen menos complicaciones. Por ejemplo, menos delirium porque están en un lugar conocido para ellos, y menos infecciones intrahospitalarias, por lo tanto, menor riesgo de mortalidad. Además, disminuyen los costos de la hospitalización porque los cuidados en casa los realiza la familia y aumenta la satisfacción usuaria y el involucramiento familiar respecto de los tratamientos.

El trabajo de Hospitalización Domiciliaria fue dado a conocer durante la emergencia sanitaria a través de un reportaje de Chilevisión, que se puede revisar en el siguiente enlace.

https://www.chvnoticias.cl/reportajes/primera-linea-unidad-hospitalizacion-domiciliaria_20200629/